domingo, 20 de febrero de 2011

"URIBITO, IDEÓLOGO DEL PP", escribe Héctor Abad Faciolince en El Espectador

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Opinión |20 Feb 2011 - 1:00 am

Héctor Abad Faciolince

Uribito, ideólogo del PP

Por: Héctor Abad Faciolince
EL PARTIDO CONSERVADOR QUIERE volver a ponerse una mascarilla que lo haga ver menos viejo.

Sus partidarios han vivido siempre su nombre con una actitud vergonzante. Lo de conservador tiene algo de lata de conservas, y todo eso da una impresión de próxima caducidad, de cosa a punto de podrirse por vieja. Hace unos cuantos años se rebautizaron: Partido Social Conservador; se arrepintieron. Ahora vuelven a la carga con la idea de ponerle otro apellido: Popular. Así, al menos, pueden usar la publicidad del partido de Aznar y también chuparle rueda a su ideología: un neofranquismo retrógrado, pero con bótox y pechos de silicona. La idea es del inefable ex ministro de los subsidios agrícolas para las clases populares (definidas según el credo conservador), es decir, para los terratenientes ricos.

Dijo este mismo ex ministro, en el Foro Ideológico de su partido, que los conservadores deben volver a sus creencias tradicionales. Concretamente: 1. Reforma constitucional para prohibir el aborto en cualquier circunstancia; 2. Establecer que la única familia es la que integran un hombre y una mujer; y 3. Prohibición absoluta a la venta y consumo de drogas. Además de esto, y con insultos inútiles pero populistas, agitó el espantajo de Chávez, sin darse cuenta de que el coronel —como buen militar tradicionalista— estaría de acuerdo en esos mismos tres puntos del programa ideológico conservador. Como los extremos se tocan, la supuesta izquierda latinoamericana es absolutamente goda en temas como el aborto (Ortega lo hizo ilegal), los homosexuales o el prohibicionismo.
Pero es preferible un conservador hablando de doctrina que repartiendo subsidios a los ricos. Es sano que los debates sean ideológicos. Ojalá aquí hubiera polémicas abiertas y bien informadas sobre los temas tratados en Villa de Leyva. No con consignas emotivas y efectistas, pero vacías, como: “somos pro-vida, la familia es sagrada, las drogas son un veneno para los jóvenes”, sino un debate informado y serio. Sobre el aborto yo le preguntaría a Andrés Felipe Arias: en caso de que su esposa o su hija tuvieran un embarazo ectópico, absolutamente inviable, ¿esperarían a que el crecimiento del cigoto explotara las trompas de Falopio hasta crear una infección, o aceptarían que se succionara ese embrión aunque fuera un “ser humano vivo”? En caso de que su esposa o su hija fueran violadas en las playas de Capurganá, ¿la obligaría a que, contra su voluntad, tuviera el fruto de su violación?

En cuanto a la definición de la familia, a mí me importa un bledo cómo la quiera definir. Por mí, que defina familia solamente a la unión de un hombre con una mujer, e incluso que deje de llamarla familia si la mujer enviuda y queda sola con los hijos. La discusión no es nominalista. La discusión es si las parejas homosexuales, que existen, pueden o no hacer alianzas legales duraderas (si quieren llámenlas matrimonio, si quieren denles otro nombre), de manera que ambos miembros de la pareja puedan heredar, tener derechos patrimoniales y de seguridad social. ¿Pretende el Partido Conservador (perdón: el PP Conservador) ser tan fiel a sus tradiciones como para volver a declarar la homosexualidad no sólo una perversión sino también un delito? ¿No hay ni un gay en la familia del exministro Arias? Si lo hay, ¿su posición es así de despiadada e irracional? Y si no lo hay, ¿es tan anormal su familia que no hay ni un gay en ella?

Y el último punto ideológico: la guerra contra las drogas. Concuerdo en que esta es una posición tradicionalista perfectamente acorde con la ideología conservadora. Pero ¿no ha leído el ex ministro nada sobre el rotundo fracaso que ha sido la política prohibicionista? El mundo se encamina con fuerza a revisar esta gran estupidez del moralismo conservador. ¿Se obstina Arias en defender este contrasentido práctico y moral? Ojalá, fuera de las consignas vacías, hubiera un debate informado sobre estos temas.

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