jueves, 9 de septiembre de 2010

EL PENSADOR LIBERAL AGUDELO VILLA (3): ESCRIBE OTTO MORALES BENÍTEZ EN EL MUNDO

http://www.elmundo.com/sitio/noticia_detalle.php?idedicion=1852&idcuerpo=1&dscuerpo=Secci%C3%B3n%20A&idseccion=3&dsseccion=Opini%C3%B3n&idnoticia=158541&imagen=091203081209otto.jpg&vl=1&r=opinion.php





Atisbos desde El Refugio
El pensador liberal Agudelo Villa (3)
Otto Morales
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El Pensador Hernando Agudelo Villa, en el Ministerio de Hacienda, cumplió una tarea que benefició a Colombia. Al posesionarse, se tuvo que enfrentar a dos tareas apremiantes y de difícil orientación. Los interesados formulaban objeciones. Pero el logró que se aprobara una Reforma Tributaria, técnica, que no agobiara a los contribuyentes. Y, en segundo lugar, que entrara a regir un Arancel de Aduanas. El contrabando había crecido mucho en el país y favorecía a ciertos grupos, adictos a la Dictadura. Era, entonces, corregir los defectos que primaban contra la nación. Esos dos proyectos, los defendió en el Congreso con fórmulas de acierto, orientadas al servicio Colombiano. En la discusión de ellos, diò la medida de ser un erudito y serio expositor, con mucha fortaleza en los principios y no transar con los intereses transitorios. Era otra nueva faceta de sus altas calidades para orientar el destino de la Hacienda Nacional.
En el gobierno del Frente Nacional del doctor Alberto Lleras, había señalado, como prioridades, algunas labores en lo social. El Ministro Agudelo Villa tenía que entregar el soporte fiscal. Con un manejo eficacísimo y muy serio técnicamente del presupuesto, se pudieron dar las respuestas positivas. La situación era dramática. El Presidente Lleras, así lo planteó:

“Entramos al Gobierno con Presupuesto en que nosotros apenas pudimos intervenir fragmentariamente y a conducir una administración desorganizada por una maraña de decretos-leyes que el Congreso congeló ante la posibilidad de reformarlos o derogarlos acertadamente antes del levantamiento del estado de sitio. Por primera vez en muchísimos años y tal vez desde la crisis económica de 1930, el gobierno comenzó a ejercitarse sin apelación a ninguno de los flexibles resortes que tuvieron todos sus antecesores para defender a la República de situaciones fiscales y económicas imprevisibles y cambiantes. Con violencia y desorden en varias regiones del país; bajo la amenaza constante de la declinación de los precios del café en los mercados exteriores; con un proceso político excepcional en la historia republicana, acompañado de conspiraciones y amotinamientos promovidos por el antiguo Jefe del Gobierno, depuesto por la voluntad combinada del pueblo y de las Fuerzas Armadas a que pertenecía; con una insoportable carga de compromisos adquiridos en moneda dura para pagar adquisiciones y contratos no pocas veces irrazonables; con restricciones radicales al crédito y a las importaciones y a otras no menos graves al empleo por la suspensión de obras insensatas o sin financiación posible; en un inevitable proceso de reajuste de los costos y precios a la realidad aflictiva de una moneda desvalorizada; con salarios y sueldos insuficientes para la gran masa de la población colombiana, así iniciamos nuestra ardua empresa de gobierno que hubiera exigido en otras circunstancias y en otro país, no ya la unión nacional de todos los partidos políticos, sino la apretada solidaridad de todas las clases sociales para repartir equitativamente entre ellas el peso del común infortunio”.

Los retos eran muy exigentes. El Ministro Agudelo Villa daba respuestas positivas. Fue ejemplar su conducta sobresaliendo su inteligencia para encontrar las soluciones, sin sobrecargar las obligaciones nacionales y del exterior, adquiridas sin responsabilidad por la dictadura; atendiendo, además, las solicitudes regionales, que eran inaplazables. Por éstas se concibieron proyectos bien orientados, se crearon las zonas francas y luchaba, con mediadas monetarias, para que el precio del dólar no se disparara ni cayera la economía en la inflación que iba a incidir, duramente, sobre el pueblo colombiano en dificultades. Agudelo Villa, como Ministro, estaba cumpliendo sus deberes, pero, a la vez, haciendo propuestas de alcance nacional. La distribución al ingreso, fue una de su preocupaciones. No podía el país - era su tesis permanente – enriquecer unos sectores que no creaban trabajo y, cada vez, tenían mayor voracidad especulativa. Al mismo tiempo, hace aprobar la ley 81 de 1960 por medio de la cual se aumentaban, en el país, las exportaciones no tradicionales. No se puede olvidar que en esos años, la industria nacional creció en un siete por ciento (7%). Esto aumentaba la alegría de conductor de Agudelo Villa. Para impulsar màs nuestro desarrollo industrial, colaboró, con eficacia, para que Colombia firmara la adhesión a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Era, pues, un hombre con pensamiento sobre lo que màs convenía a la patria.

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