miércoles, 31 de agosto de 2011

LA DECISIÓN DE JOHN SUCERQUIA CANDIDATO A LA ALCALDÍA DE ITUANGO



Hay decisiones en la vida que presentan coyunturas ante las cuales es necesario tomar una posición y enfrentar el reto de llegar a dirigir el desarrollo de un pueblo en una dura y alentadora tarea que rodeado de expertos en la materia, enfrentaremos para atacar la pobreza, la ignorancia y todas las dificultades que se presenten, sin miedo a asumir el reto que se nos pone al frente, sin tratar de escapar irresponsablemente por miedo de gobernar con todos los problemas que ello trae.

Han sido muchos años de trabajo cívico, comunitario, desinteresado y comprometido con el progreso de nuestro pueblo. Siempre desde la tarea honesta del ejercicio de crear base social, de aportar desde el conocimiento que se tiene y en cada acción siempre se ha dejado ver el compromiso y la entrega por un pueblo que merece más.

El apoyo y motivación de los dirigentes y la confianza que han depositado en mí, ha sido el motivo para iniciar con auge la postulación que desde el Partido Liberal, en gesto que agradezco y valoro, se me hace como candidato a la Alcaldía de Ituango, el pueblo caro de mis afectos, que resume la historia de quienes me han visto en mi discurrir vital. Sin afán distinto al de servir, presento mi nombre a consideración de los electores Ituanguinos, con el llamado a que reunamos esfuerzos para concretar una alternativa política amplia, participativa, realmente democrática, que nos permita salir del abandono y recuperar el tiempo que se ha perdido en medio de nuestros conflictos partidistas domésticos. El momento nos exige generosidad y desprendimiento, ideas y proyectos, gestión y sacrificio, humildad y sencillez, liderazgo y carisma, transparencia y manejo recto de los recursos públicos.

Es un gran reto cambiar la imagen negativa de nuestro pueblo, pero ello será posible con el impulso participativo, con creatividad, transparencia y honestidad, a través del fortalecimiento de un gran equipo de trabajo que se aplique a trazar, sobre la base de diagnósticos serios y consecuentes con nuestra realidad, alternativas de solución en las distintas áreas de trabajo que plantea una Administración con todos los problemas que tiene la del municipio de Ituango.

No hay temores ni susto, sino, por el contrario, muchos deseos de cumplir, de acertar, una inmensa disposición de trabajo, para convocar a la comunidad a participar en esta tarea que nos pertenece a todos. “TRABAJAR POR ITUANGO Y PARA ITUANGO”, es el lema que dirige nuestra acción.

Sobre la base de la reflexión, del análisis, del estudio, es necesario revertir el panorama. Hay que abrir fisuras en un sistema cerrado para buscar que las palabras, los cuestionamientos, los intereses y las ideas renovadoras de las mayorías, encuentren cauce. Hay que fortalecer la participación, educar y formar nuevas generaciones conscientes del papel que les compete y decididos a ser protagonistas de su desarrollo y progreso.

Esta es una convocatoria amplia y democrática, que surge del Partido Liberal y que invita a todos los ituanguinos e ituanguinas a que demos pasos ciertos de transformación.
Una convocatoria que invita y respalda el ejercicio del control social, que no le tiene miedo a las veedurías ciudadanas ni a la democratización de la contratación estatal.

Una convocatoria honesta, que propugna por el fortalecimiento de la base social de los distintos estamentos de nuestro pueblo, para que logremos una interacción entre las comunidades y el Estado, a fin de que los recursos lleguen a la solución de problemas prioritarios, sin acudir a criterio diferente de la necesidad y urgencia.

Una convocatoria innovadora y recursiva, que no le teme a la gestión en proyectos para superar la complicada problemática del momento.
 
Una propuesta comprometida con el progreso y el mejoramiento de la calidad de vida de los ituanguinos e ituanguinas.
 
Un proyecto que se siente orgulloso de su origen liberal, con una amplia visión social y con un horizonte en el que caben conservadores, independientes y gentes sin militancia política.

Dejamos de lado aquellas propuestas viejas que se quedan en la forma, en las fotos, en palabras y frases llenas de lugares comunes y no enmarcan ningún programa concreto, ninguna salida o alternativa seria y viable; y en el fondo de ello, la vieja política, la de las escaleras, la de los almuerzos, la de las hojas de zinc o bultos de cemento. 
 
Eso, lo vamos a romper. No puede hacerse más política con el hambre y la necesidad de nuestra gente, no puede sostenerse un sistema inequitativo que no se compromete con soluciones porque necesita que la pobreza y la miseria, la desatención e indignidad sigan allí, para darles pequeños paliativos, palmaditas en la espalda y continuar lo mismo. 
 
Eso, lo vamos a derrotar. No mas esa política que raya en la politiquería y que vamos a desterrar el 30 de octubre con el apoyo de todos y todas en las urnas. Esa forma politiquera de llegarles a las comunidades, la vamos a cobrar con votos conscientes, con la convicción de saber que trabajamos con desinterés total en áreas de las transformaciones que Ituango exige y reclama. 
 
Las condiciones de vida digna no se negocian, son un derecho, no una dádiva. La repetición de políticas paternalistas debe darle paso a una política de oportunidades para que se rescate la dignidad de nuestras gentes.

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