viernes, 11 de junio de 2010

AL OÍDO DE RAFAEL PARDO: JORGE MEJÍA MARTÍNEZ EN EL MUNDO

Al oído de Rafael Pardo
Jorge Mejía Martinez
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Supongo Dr. Pardo que usted vio televisión este lunes en la noche. El candidato del partido de la U, Juan Manuel Santos, se reunió con la mayoría de la bancada parlamentaria del Partido Liberal. El noticiero CMI entrevistó al senador antioqueño Luis Fernando Duque, quien reiteró dos cosas: que el supuesto acuerdo programático refrendado fue a partir de las excelentes propuestas programáticas ventiladas por usted en la campaña presidencial y la exigencia de respeto por parte de Santos a la Institucionalidad del liberalismo. Como lo aprecio a usted, sentí pena ajena.

Desde la noche del 30 de mayo todos los liberales quedaron en libertad de votar como quisieran el próximo 20 de junio, con una salvedad: nadie tiene patente de corzo para negociar a nombre del Partido Liberal. La instrucción fue suya, como Director único de la colectividad. Pero los congresistas ávidos de clientelismo, se lo están pasando por la faja Dr. Pardo. Usted dice que cualquier negociación programática sería después del 20 de junio, ya conocido el nuevo Presidente de la República, pero arriesga hacer el ridículo porque para esa fecha el Director del Partido no va a encontrar nada que concertar. Todo estará molido. Rafael Pardo simplemente será un fantasma que no asustará a nadie.

El senador Duque habla de respetar la institucionalidad del Partido Liberal. Ahora sí. Porque el 30 de mayo no estuvo con usted, como muchos otros congresistas. Duque y sus amigos estuvieron con usted en la consulta liberal de septiembre de 2009. Duque y sus amigos tuvieron el aval liberal para aspirar de nuevo a nombre del liberalismo al Congreso de la República.

Pero cuando el apoyo era para Rafael Pardo como candidato del Partido, le dieron la espalda. Hoy hacen caso omiso de sus instrucciones. Pesa más el desespero por montarse al carro que reparte las lentejas, que cualquier asomo de dignidad. Por lo menos en Antioquia no es la primera vez que actúan así. Con seguridad, tampoco será la última.

Sin embargo, usted sigue cerrando los ojos. En la revista Semana que circula volvió a reiterar su tesis, para explicar las precarias cifras electorales del 30 de mayo, de que los resultados fueron consecuencia de la polarización de la campaña estimulada por las encuestas. Dr. Pardo, usted sacó la tercera parte de los votos que debía obtener acorde con los guarismos del 14 de marzo. La mayoría de los congresistas que ahora corren hacia las toldas del candidato que antes confrontaron desde la oposición, estuvieron soterrada pero eficazmente con Santos desde mucho antes de las elecciones de mayo. ¿Si usted, como candidato derrotado por dentro y por fuera, y al mismo tiempo como Jefe único del Partido Liberal, no hurga para encontrar la verdad de lo ocurrido, quién lo podrá hacer? A no ser que usted –yo no lo creo- se sienta cómodo dirigiendo una colectividad que de Partido solo conserva el nombre y la capacidad para dar avales. No descubro el agua tibia si le digo que cada vez la simpatía de la población es menor, así como el acatamiento por parte de muchos corporados de las pautas y autoridades legitimas del Partido. El relajamiento ideológico y político acabó también con la más mínima disciplina. Los benditos intereses personales dejaron al pueblo liberal sin partido.

Hay que desparlamentarizar la colectividad, mirar de abajo hacia arriba y privilegiar los territorios, sin arriar las banderas de una Colombia más Justa, sin corrupción ni politiquería, que llevan la impronta suya. El paso que sigue por parte de quienes han actuado a sus espaldas es la de forzar un congreso nacional del Partido Liberal para abrirle las puertas a Rodrigo Rivera y sacar a Rafael Pardo por las de atrás. Usted verá si se deja utilizar como el sepulturero de lo que aún queda del Partido Liberal, luego de 162 años de historia.

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